Hace ya más de diez años, un
profesor universitario llamado Marc Prensky, fundador
de The Digital Multiplier -organización
dedicada a eliminar la brecha digital que separa en la actualidad a los actores principales en el proceso de
enseñanza y aprendizaje, (Docentes y Alumnos, Alumnos y Docentes)- se
refería a esta misma y daba a conocer el enfrentamiento, dentro
del entorno áulico, de dos generaciones: la que creció y se crio con las nuevas
tecnologías y que por ende no comprende el mundo anterior a ellas, y la otra,
que se desarrolló en torno a los textos y libros, mayormente enmarcados dentro
de un ámbito educacional tradicionalista con profesores tradicionales y en
general conservadores a los que hoy, se
les hace muy difícil captar la atención de las nuevas generaciones escolares
viendo por tal causa, cada vez más obstaculizado su trabajo.
Prensky diferenció así a estos
grupos: En primer término, los Nativos Digitales,
que se llevan a la perfección con el mundo actual, lo han naturalizado y no se
explican el como y el porqué de una educación tradicionalista, en general son
reacios a aceptar tales métodos y rehúyen de todo aquello que no tenga que ver
con las nuevas tecnologías.
Cada uno de estos “Nativos”
parece haber preconcebido desde la cuna la manera en como manejarse en un
entorno digitalizado, en donde la sorpresa por lo novedoso casi no existe, es
decir, lo asumen así, de manera simple, como algo totalmente lógico y natural,
se caracterizan por su dinamismo, su mundo gira lentamente si no está presente
junto a ellos una computadora, un Ipad, un Ebook, un teléfono celular, (Que ya
de teléfono tienen bien poco), un MP3, MP4 y MP5, etc. la lista continúa y se
extiende cada día más al ritmo de los nuevos avances científico tecnológicos,
necesitan imperiosamente de rápidas respuestas y su atención cambia constantemente.
El otro grupo, los llamados Inmigrantes
Digitales, son aquellos, que si bien usan las nuevas tecnologías,
quizás porque otra no les queda, se demuestran más tradicionalistas, por otra
parte han nacido y desarrollado su etapa escolar durante un período donde los
avances y la velocidad de la información no estaban a la altura de los de hoy
en día, donde cada suceso era manejado y organizado en una forma más lenta, donde
las redes solamente eran las de pesca y el mundo se movía sin tanto dinamismo.
En su mayoría, estos “Inmigrantes”, muestran cierta desesperación y hasta enojo
porque sus alumnos no toman con la “seriedad” que deberían sus
responsabilidades escolares, terminan convirtiéndose en testigos estáticos de
la ineficiencia de sus métodos tradicionales de enseñanza, que se demuestran
inaplicables para esta nueva generación.
Según Prensky:
“Resulta
evidente que nuestros estudiantes piensan y procesan la información de modo
significativamente distinto a sus predecesores. Además, no es un hábito coyuntural
sino que está llamado a prolongarse en el tiempo, que no se interrumpe sino que
se acrecienta, de modo que su destreza en el manejo y utilización de la
tecnología es superior a la de sus profesores y educadores”.
De esta forma queda claro que cada docente debe
hacerse cargo de lo que sucede, la autocrítica y la reflexión deben estar más
presentes que nunca dentro de nuestras “planificaciones”, pero que hacer con
este nuevo paradigma que nos arrolla, ¿Se necesita hacer que la escuela sea un
“Juego Tecnológico” para que los jóvenes se sientan motivados a concurrir?, ¿Dónde empieza y dónde termina esa relación que
nos une y nos separa a la vez?. ¿Lo debatimos?... Dale.-
Artículo basado en la
bibliografía de: Prensky, Marc, “Nativos e Inmigrantes Digitales”, versión PDF, adaptación al castellano
del texto original “Digital Natives, Digital Immigrants”. Editora: Distribuidora SEK,
S.A. Impresión: Albatros, S.L.